Un modelo para imitar

Fanática del chocolate amargo y con familia fanática también, casi sin pensarlo me encontré revisando productos en la góndola del aeropuerto en Santiago de Chile buscando algo rico para los chicos y mis padres.

Y me topé con esto:

¡Me pareció genial!

¡Qué forma tan sencilla y directa para llamar la atención en productos potencialmente perjudiciales para la salud de algunos!… o muchos.

Acá leo en las noticias locales distintas iniciativas para limitar el consumo de azúcar que van desde eliminar la presencia de azúcar en las mesas de los bares y confiterías a incrementar los impuestos sobre los productos con gran cantidad de azúcar. Esto es prohibir y para muchos puede considerarse una postura totalitaria, antidemocrática, paternalista… estas medidas pueden no incidir realmente en el consumo de estos productos y su efecto puede ser el contrario de lo que se busca.

En Chile se ha puesto en marcha un proyecto que busca “educar al consumidor” y ayudarlo a tomar decisiones beneficiosas para su salud. La nueva ley de etiquetado de alimentos (vigente desde junio de 2016) establece el uso de sellos de advertencia “ALTO EN” que permiten distinguir a primera vista los alimentos menos saludables, acompañado de una campaña que incluye el siguiente mensaje: “Prefiera alimentos con menos sellos. Y si no tienen, mejor”.

Está establecido que los valores máximos a partir de los cuales se debe incorporar el sello se reducirán gradualmente en 3 etapas que concluyen 36 meses después de la entrada en vigencia de la ley, con las reducciones más significativas en el contenido de sodio y de azúcares.

Aunque hay que leer la información nutricional para saber exactamente el contenido de calorías, sodio, carbohidratos (azúcares) y grasas saturadas, el sello resulta efectivo para llamar la atención sobre el contenido de estos nutrientes y generar conciencia.

Y como el principal objetivo de la ley es proteger a la población infantil, las prohibiciones se relacionan principalmente con los niños prohibiendo la venta de estos productos con sellos en establecimientos escolares y la publicidad dirigida a menores de 14 años.

Es una ley pionera en el mundo. ¿Cuántos países la imitarán?

3 comentarios en “Un modelo para imitar”

    1. Hoy en día hay gran variedad de marcas y muchos chocolates un poco más artesanales o «de especialidad» que antes, pero suelen ser un poco más caros (que puede compensar lo poco que se come). Hay que tomarse un poquito de tiempo y leer la información nutricional para encontrar los que menos carbohidratos tienen sin sacrificar sabor. Yo prefiero los más amargos y me gustan más a partir de 70% de cacao…

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