De médicos y otras yerbas

Los pacientes somos personas y como tales somos todos muy distintos.

Los médicos son personas y, obviamente, también son todos muy distintos.

La relación médico-paciente tiene características muy particulares, especialmente en el caso de enfermedades crónicas como la diabetes que necesitan controles con cierta regularidad y una relación a largo plazo.

A veces la relación es buena desde el principio y encontramos un profesional con conocimientos sólidos, experiencia y buen manejo de la situación y de la relación. Otras veces tenemos que hacer más de una consulta y explorar posibilidades, siempre dentro del universo limitado de nuestra obra social o plan médico.

Siempre queda la opción de hacer una consulta en forma particular, pero las más de las veces no es una alternativa posible para muchos bolsillos.

Pero ningún médico es Dios. Siempre es una persona que puede equivocarse, como todas. Es una persona que sabe mucho de algo específico, pero no lo sabe todo. Puede ser excepcional en su rama de la medicina, pero si se limita a considerarnos una enfermedad y no una persona, y trata sólo la enfermedad y no la persona, su éxito será limitado.

Creo que los buenos médicos son los que tratan al paciente y a la persona. Tienen en cuenta las características de su personalidad y el entorno en el cual ese paciente debe hacer frente a su enfermedad. Tienen un sexto sentido que les permite diferenciar entre los pacientes que necesitan más o menos información, los que van a adherir al tratamiento a pie juntillas y los que van a buscar excusas, los que se mienten y los que aceptan la realidad.

Como pacientes tenemos que tratar de entender que el profesional enfundado en su guardapolvo blanco frente a nosotros es una persona, con sus propios problemas e inseguridades. Atendernos es su trabajo, no su vida. Nosotros no somos el centro de su universo y él o ella no es el centro del nuestro.

Es una relación de a dos. Tanto el médico como el paciente son responsables de que la relación funcione. Si sólo uno pone de su parte, la relación no llega a buen puerto; un paciente que delega toda la responsabilidad en el médico y no cumple con lo que le toca hacer probablemente no mejore; un médico que no confía en su paciente y que no lo guía y acompaña para que pueda asumir la responsabilidad de su tratamiento probablemente no obtenga los resultados que espera.

1 comentario en “De médicos y otras yerbas”

  1. MUY BUENA PUBLICACION. ENCONTRAR A UN PROFESIONAL DE LA SALUD QUE NO SOLO SEA HUMANO SINO EFICIENTE EN SU AREA, ES COMO ENCONTRAR UNA PERLA PRECIOSA EN EL MAR TUMULTUOSO DE LA DIABETES.

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