Todo lo que comemos afecta nuestra glucemia, pero no todos los alimentos tienen el mismo efecto.
Cuando la diabetes irrumpe en nuestra vida, y empezamos a tomar conciencia de lo que significa, quedamos paralizados y abrumados porque toda la información que tenemos se asemeja mucho a una gran maraña, densa e impenetrable, y sentimos temor (y hasta pánico) de llevarnos cualquier cosa a la boca.
Entre las distintas formas de medir o calcular el efecto de los alimentos sobre nuestra glucemia, tal vez contar carbohidratos sea lo primero que logramos dominar ya que simplemente hay que sumarlos: la información que necesitamos se encuentra en los envases de los alimentos o la podemos consultar en distintas tablas en el caso de productos como frutas y verduras.
Sin embargo, el índice glucémico y todas sus posibles variaciones se asemeja bastante a un tratado de física cuántica… hasta que entendemos bien de qué se trata y que no es algo fijo y estático.
El índice glucémico (IG) nos dice la velocidad con la que un alimento que contiene carbohidratos eleva el nivel de glucosa en la sangre después de comerlo. Y depende del tipo de alimento y no de la cantidad (como en el caso del conteo de carbohidratos).
Los alimentos se dividen en tres grandes categorías: IG bajo, IG medio e IG alto.
Lo ideal es tratar de consumir alimentos con IG bajo ya que de esa forma la glucemia sube más lento y sube menos.
Hasta ahí vamos bien…
El problema se plantea cuando intentamos usar este concepto en la práctica. Rara vez comemos un único alimento y el índice glucémico puede modificarse según el “alimento” que lo acompañe.
Los alimentos ricos en proteínas, grasas o fibra se absorben más despacio y, por lo tanto, reducen el índice glucémico de un alimento o plato: el helado de crema tiene alto contenido de grasas y esto hace que su índice glucémico sea bajo a pesar de tener azúcar.
El índice glucémico también se modifica con la forma de preparación: los alimentos líquidos o picados chiquitos se absorben más rápido.
También con el grado cocción: cuanto más cocido más rápido se absorbe (la pasta al dente se absorbe más lento que la pasta muy cocida).
Y en el caso de la fruta, cuanto más madura, más rápida es su absorción.
Conocer el índice glucémico de los alimentos puede ser de mucha ayuda cuando elegimos lo que vamos a comer, pero es importante recordar que los valores son orientativos y no absolutos y que puede haber diferencias entre las distintas tablas.
Tablas para consultar el índice glucémico de los alimentos:
Muy claro y necesario.Gracias Ana!
Parece que me estoy leyendo a mi misma 😀