Hacerse cargo

Diálogo entre una pareja en la sala de espera de un consultorio:

–  No sé para qué vine. No tendría que haber venido.

–  Pero hace mucho que no te hacés ver.

–  ¡Justo por eso! La doctora me va a retar. Hace más de seis meses que no la veo. Y todo está mal.

–  Pero con tu diabetes eso no es bueno.

–  ¡Pero qué le voy a hacer! Siempre que vengo me reta. ¡No me gusta venir!

Yo escuchaba disimuladamente, con la nariz metida en mi libro (digital) y mi cerebro abandonó a Enrique VIII y su séptima reina para… si, para chusmear.

Él tendría entre 60 y 65 años y su mujer un par menos. Él renegaba en voz alta y ella lo escuchaba entre resignada y avergonzada, al tiempo que trataba de calmarlo. Él no dejaba de darse cuerda con que la doctora lo iba a retar, que ya no tenía edad para esas cosas, que la doctora era una exagerada… Y en un momento dado se paró y le dijo a su mujer: “Nos vamos.”

¡Y se fueron!

Y me dejaron pensando.

Es difícil hacerse cargo y hacerse responsable de lo que a uno le pasa. Pero el (buen) control de una enfermedad como la diabetes depende en gran medida de nuestra actitud. El médico es una pieza central con sus conocimientos y experiencia, pero si ni siquiera tratamos de entender lo que nos pasa, por qué nos pasa y cómo manejarlo lo mejor posible, el médico no puede hacer nada.

Tener buena calidad de vida depende en una gran medida de que nos hagamos cargo y seamos responsables. No le podemos echar la culpa al médico porque los análisis no dan bien o porque hay cosas que quisiéramos cambiar y no podemos. No depende del médico. Depende de nosotros y de que nos hagamos cargo.

4 comentarios en “Hacerse cargo”

  1. excelente nota! y tan real! Es más fácil enojarse con el médico y con la ciencia que hacerse cargo de lo que uno padece. Increíble, no? Porque uno «padece» es decir
    la pasa mal pero se recurre a echar la culpa afuera…. Quizá convendría dejar la culpa de lado y buscar por otro ladro sentirse mejor!

  2. Así es Ana, es necesario que nos hagamos cargo de nuestra diabetes y de saber gestionarla, pero en tu relato hay algo que me llama la atención: » EL MIEDO A QUE LE RETE SU MÉDICO»… Ojo!!! Esto también es un factor importante. Se sigue repitiendo ,en muchos casos, el modelo del médico que coloca el peso de los malos resultados en el paciente, y tampoco debe ser así
    En España se está llevando a un cambio, lento, pero positivo, donde hay un diálogo entre paciente y médico, donde se busca la forma de consensuar el tratamiento, tipo de dieta, manejo de las emociones, motivación … etc. El médico tiene que interactuar con su paciente con psicología, y acompañarle …
    Si tienen miedo de que les riñan… eso es malo y contraproducente en la adhesión al tratamiento!!!
    Evidentemente, aquí jugamos un papel importantísimo las asociaciones de pacientes, acompañando, educando, dando ese apoyo emocional que claramente, los iguales, pueden dar desde el conocimiento y la experiencia que nos aporta la diabetes con los años, y que lamentablemente, en consulta médica, no se dispone del tiempo necesario para volcar en los pacientes.

    1. Así es, Pilar! Tenemos que cambiar el enfoque y sabemos que para que algo cambie, primero tenemos que cambiar nosotros. Las asociaciones de pacientes juegan un rol fundamental en la educación y empoderamiento de los pacientes, junto con médicos humanos y comprometidos que no sienten este empoderamiento como una amenaza. No se puede actuar desde el miedo porque nada positivo se puede lograr a largo plazo…

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