¡Otra variable que nos hace transpirar!
No hay una regla única y universal que se cumpla siempre igual para todos y en todas las situaciones… ¡nada nuevo bajo el sol cuando se tiene diabetes!
Por un lado, cuando la temperatura exterior aumenta, el cuerpo responde transpirando y la pérdida de líquido hace que nos deshidratemos… resultado: la glucemia sube… y sube… y a veces sigue trepando hasta el infinito y más allá.
Pero por otro lado el calor provoca vasodilatación, lo que produce un aumento en la velocidad de absorción de la insulina y esto a su vez puede producir una hipoglucemia…
Entonces, ¿en qué quedamos?
¿Hipoglucemia o hiperglucemia? He ahí la cuestión…
Cuando hace calor es más probable tener mayor variabilidad glucémica y tenemos que ser más cuidadosos con algunas cosas.
Lo primero y principal es mantenerse hidratado, y esto se aplica a todos por igual, con diabetes o no, grandes y chicos.
También es importante tratar de mantener nuestra alimentación estable, con los ajustes que las altas temperaturas nos obliguen a hacer.
No podemos descuidar la actividad física, pero podemos y debemos evitar los horarios de mayor calor.
La dosis de insulina puede necesitar algún ajuste para evitar una hipoglucemia… más aún si estamos en movimiento o realizando actividad física.
Y como los síntomas de un golpe de calor y de una hipoglucemia pueden ser similares: sudoración, temblores, mareo, visión borrosa, hambre, irritabilidad… es fundamental controlar nuestra glucemia más seguido para estar seguros que se trata sólo del efecto del calor y no de una bajada de la glucemia.
Gracias por la información. Virginia
Muy buen articulo, muy recomendable! Reciba un cordial saludo.