… o dicho de otro modo: glucosa en la montaña rusa.
Todo indica que el control de los niveles de glucosa en sangre depende de 3 variables principales:
1) Lo que comemos y la cantidad
2) La cantidad de ejercicio o actividad física que realizamos
3) La correcta dosis de insulina
Parece fácil y sencillo. Se ve fácil y sencillo. ¿Es fácil y sencillo?
En la vida real, en el mundo fuera del consultorio, la historia es muy distinta: hay innumerables factores que afectan los niveles de glucosa, y la mayoría escapan a nuestro control directo. Podemos contar carbohidratos a la perfección, seguir horarios super estrictos para nuestras comidas y actividad física, y cumplir al pie de la letra todas las instrucciones que nos da el médico pero… Como en todo esto entran en juego las emociones, el cansancio, las hormonas, el lugar en el que nos inyectamos la insulina, el tipo de ejercicio que realizamos, la cantidad de insulina que se encuentra en circulación en nuestro cuerpo en un momento dado y cientos de otros factores que muchas veces ni siquiera sabemos que están presentes, a veces parece que chocamos contra un muro insalvable.
Aunque los valores en ayunas y antes de las comidas sean acordes a los parámetros que nos marca el médico, ¿sabemos realmente lo que pasa con nuestros niveles de glucosa el resto del día? En lo personal mi médico insistía con que yo tenía un manejo “óptimo” y mis valores de HbA1c (hemoglobina glicosilada) eran más que buenos, pero las hipoglucemias a repetición y asintomáticas seguían siendo preocupantes.
La tecnología puede ayudar, ¡y mucho! La preocupación de mi familia los había llevado a la decisión de regalarme un medidor continuo de glucosa (MCG o CGM por su sigla en inglés) y afrontar el costo en forma particular. Y ahí estaban: ¡excursiones para todos lados! Y ahí partía yo a corregir a diestra y siniestra: glucosa alta, más insulina; glucosa baja: un vaso de jugo, una barrita, etc. Le llevé los gráficos al médico, pero apenas los miró. Yo soñaba con encontrar la fórmula que me permitiera mantenerme dentro de un rango “aceptable”, pero cualquier tipo de control de la variabilidad glucémica insistía en eludirme…
Gracias por tu aporte. Un cordial saludo.