Sentía que estaba estancada, pero también que no tenía muchas opciones.
Estaba atrapada dentro del sistema de salud que me ofrecía mi plan médico y sin muchas posibilidades de buscar alternativas. Bueno en infraestructura y equipos de profesionales. Cumplimiento de la ley de diabetes al pie de la letra. ¿Qué más podía pedir?
Sentía que estaba estancada con mi diabetes.
Mi endocrinólogo insistía en que mi manejo era óptimo.
Pero yo tenía muy claro que de “óptimo” no tenía nada porque las hipoglucemias seguían repitiéndose y, gracias al monitor continuo de glucosa (MCG), podía observar que las hiper también eran frecuentes. Yo veía que mis glucemias estaban disparadas por todos lados, pero las mediciones en ayunas y antes de las comidas eran razonables, y eso era todo lo que el médico veía.
Al principio, cuando empecé a usar el MCG, imprimía y le llevaba los gráficos y las estadísticas, pero el médico los ignoraba y eventualmente dejé de hacerlo.
Como de costumbre, traté de hacer algo por mi cuenta y empecé a estudiar mis valores, siempre atenta al gráfico en pantalla que me decía hacia dónde me dirigía, y trataba de corregir las subidas con más insulina y atacar las caídas libres con más comida, pero frecuentemente terminaba corrigiendo de más o con mi glucemia rebotando en secuencia infinita…
No había caso…
Los cambios cuestan. Pero a veces es necesario salir de nuestra zona de confort para poder avanzar y aceptar que hay que hacer cambios, que las cosas no están bien como están, o que podrían estar mejor.
Armada con mi historia clínica, impresiones de los últimos 6 meses de curvas y valores del MCG junto con las planillas habituales (un archivo de más de 120 páginas en mi computadora con mediciones que suman un total de más de 12000 valores) tuve mi primera consulta con uno de los profesionales más capacitados y humanos que he tenido la fortuna de conocer.
Después de meses de ajustar el tratamiento, aprender de nuevo a contar carbohidratos, tratar de corregir comportamientos totalmente tóxicos y mal aprendidos pero incorporados como la mejor forma que tenía de hacer frente a situaciones y valores que resultaban inmanejables, empezamos a hablar de la posibilidad de usar la bomba de insulina…
MI QUERIDA ANA
TE LEO Y ME VEO EN TI.
DOS MUJERES TAN DIFERENTES, CON SUS CIRCUNSTANCIAS PARTICULARES Y UN COMÚN DENOMINADOR: OBSERVADORAS, PERSEVERANTES, INTUITIVAS, LUCHADORAS CONTINUAS, TRABAJADORAS, SABIÉNDOSE EMPODERADAS Y NECESITADAS DE SEGUIRLO HACIENDO CONSTANTE Y CONTINUAMENTE, BUSCANDO MEJORES HORIZONTES, SUPERÁNDOSE A SÍ MISMAS EN EL DOLOR, LA FRUSTRACIÓN, LA INCERTIDUMBRE.
GRACIAS ANA. PORQUE AL LEERTE ME ALIENTAS Y ME FORTALECES!!!