¡Tomá mucha agua!

–   Tengo la glucemia alta. ¿Qué puedo hacer?

Y la respuesta no tarda en llegar:

–   ¡Tomá mucha agua!

Esta es una respuesta, sugerencia y/o consejo que escucho y leo muchas veces. Y me sorprende.

El agua es un elemento vital y esencial. Sin agua no podemos vivir. Sin agua no existe la vida en nuestro planeta.

Nuestro cuerpo está compuesto en un 70% de agua. ¿Quién no recuerda, aunque sea vagamente, haber estudiado en el colegio las funciones vitales del agua?

1. Regula la temperatura corporal: el agua permite que el organismo libere calor cuando hace frío y se evapora y el sudor aparece para enfriar el cuerpo cuando hace calor.
2. Transporta nutrimentos: el agua participa en la descomposición bioquímica de los alimentos que comemos y permite que los nutrientes (minerales, vitaminas y glucosa) lleguen a las células.
3. Gran porcentaje de la sangre la compone el agua: el plasma sanguíneo está compuesto por 91.5% de agua.
4. Ayuda a eliminar toxinas: a través del agua se eliminan los productos de desecho, incluyendo toxinas que las células de los órganos rechazan (orina y heces).
5. Ayuda a lubricar las articulaciones: protege y amortigua órganos vitales y articulaciones.

La glucosa no es una toxina, es un nutriente. Nuestro organismo necesita glucosa para “funcionar”, pero cuando tenemos diabetes no la podemos metabolizar y se acumula en la sangre, en los órganos y en la orina.

Tomar agua en cantidades adecuadas permite a los riñones realizar adecuadamente su función de filtrado y excreción de toxinas.

Aunque una correcta hidratación permite que los riñones eliminen parte del exceso de glucosa, es un mecanismo más complejo y no funciona “diluyendo” la glucosa en sangre.

Creo que muchas de las personas que aconsejan simplemente tomar agua nunca se han puesto a pensar lo que están diciendo.

Si esto fuera cierto, no se necesitaría medicación para la diabetes. Bastaría con que el médico indicara beber X cantidad de litros de agua por día para solucionar el problema. Si la glucemia está alta, y siempre y cuando estemos bien hidratados y hayamos cumplido con la medicación, eventualmente se va a nivelar y el nivel bajará a valores normales, tomemos más agua o no (si no comemos de más, obviamente).

Es evidente que el agua puede ayudar un poco, pero no es mágica. Por sí misma no hace bajar la glucemia más rápido.