Armada con mi papelito, chequeo el horario de atención y me dirijo a las oficinas de Sanofi-Aventis. Llego al edificio, subo al ascensor y cuando se abren las puertas me encuentro frente a un mostrador donde una chica muy amable me dice que sí, que se dictan talleres el primer lunes de cada mes, que en cada taller se desarrollan distintos temas de interés (ejercicio, alimentación, complicaciones, etc.) y que son gratuitos.
¡Genial! ¡Por fin! ¿Por qué nadie me informó antes? ¡Tantas horas frente a la pantalla navegando por Internet y nunca lo había encontrado! (Definitivamente tengo que refinar mi sistema de búsqueda.)
Tomo nota del horario y me dispongo a esperar que llegue el día del primer taller.
Reconozco que estaba un poco nerviosa. ¿Sabía yo lo suficiente para estar a la altura del taller? ¡Pero a quién se le ocurre semejante idiotez! Me di cuenta que había entrado en “modo alumna” como si estuviera por asistir a un seminario para el cual había que contar con conocimientos previos, como si se tratara de mis conocimientos profesionales sin darme cuenta realmente que de esto yo sabía muy poco y que el objetivo era aprender más para poder tomar las mejores decisiones posibles, de prender luces para ver el todo y no quedarme sólo con una pequeña linterna…
Cuando llego para el primer taller me llevan a una sala grande con pupitres y una pizarra blanca. En las paredes cuelgan distintas láminas relacionadas con diabetes y, como parece que es temprano porque no ha llegado nadie más, camino por la sala leyendo las láminas… Miro el reloj. Hace 10 minutos que debería haber empezado. ¡Pero no hay nadie más! ¿Será porque llueve? Y empieza la charla…
Asistí a todos los talleres. Y la misma escena se repitió con pequeñas variantes. Aprendí un montón de cosas útiles y prácticas. Tuve oportunidad de hacer muchísimas preguntas y recibir respuestas que muchas veces disparaban otras preguntas. La experiencia fue muy positiva. Pero nunca vino nadie más.
¿No hay interés o no hay difusión? De más está decir que los talleres dejaron de dictarse.