Algunas personas son espontáneas e impulsivas… pero yo no soy una de ellas.
En líneas generales me gusta tener mi vida medianamente “ordenada y organizada”, tal vez en parte para compensar lo impredecible que suele ser mi actividad laboral. Como en muchas otras cosas, suele ser el huevo o la gallina: soy ordenada en todo lo demás porque mi trabajo puede ser terriblemente caótico o trabajo en algo desordenado para compensar una personalidad esquemática…
La realidad es que en todo lo que hace a la diabetes, planificar me ayuda a evitar inconvenientes y ansiedad como resultado de quedarme corta con la medicación y los insumos, o haberme olvidado de pedir turno con el médico y que no tenga un hueco hasta dentro de 4 meses, y otras sorpresas que pueden llegar a ser muy desagradables.
Pero la capacidad de improvisar y resolver cuestiones “sobre la marcha” también puede ser una gran cualidad y nos permite explorar áreas más creativas de nuestra personalidad… y además de mis manualidades (que por el momento están bastante relegadas), la cocina es donde en ocasiones me permito improvisar un poco más seguido.
Esta improvisación puede tener resultados desastrosos y en esas ocasiones hay que recurrir a la reserva del freezer* o levantar el teléfono y pedir pizza, pero otras veces estamos inspirados y logramos un plato que pasa a ser parte del repertorio medianamente estable.
Las últimas semanas no han sido fáciles y mi reserva de planificación me ha estado fallando: viernes por la tarde pasé por el supermercado y medio al azar elegí un par de zapallitos, una berenjena, una cebolla, un morrón “bicolor” (no podía decidir cuál y no quería comprar dos) y unos champignon pensando en hacer un ratatouille para la pasta del domingo… pero en casa había huevos y un trozo de queso brie y el ratatouille se transformó en tortilla… ¡quedó deliciosa!
*Con lo caóticos que a veces son mis horarios, cuando tengo tiempo trato de cocinar cantidades importantes de comida y la congelo en porciones para poder tener siempre comida “casera” a mano si los tiempos están ajustados.
PRECIOSA MUJER, ES GRATO LEERTE
YO SOY TAMBIÉN DE LAS PREVISORAS Y ME ESFUERZO MUCHO POR SER ORGANIZADA, POR AQUELLO DE TENER A LA MANO LO NECESARIO EN TIEMPO Y FORMA.
SIN EMBARGO HE APRENDIDO CON EL PASO DEL TIEMPO QUE LA IMPROVISACIÓN HASTA CIERTO LÍMITE (ESE LO ESTABLEZCO DE ACUERDO A LAS CIRCUNSTANCIAS) ES GLORIOSA.
ME HA PERMITIDO EXPLORAR MUCHOS ASPECTOS QUE DESCONOCÍA DE MI SER, DE MI CAPACIDAD,… PERO CIERTAMENTE MI NATURALEZA TIENDE A LO PRIMERO EXPUESTO.
AUNQUE LA IMPROVISACIÓN ES ALGO QUE ME PUEDE DEJAR SATISFECHA EN SU MOMENTO, TAMBIÉN ES CIERTO QUE HACERLA PARTE COTIDIANA DE MI VIDA NO VA CONMIGO VIVIENDO CON DIABETES.
POR EJEMPLO, COTIDIANAMENTE PREPARO LA COMIDA DE POR LO MENOS LOS DÍAS LABORABLES Y LA LLEVO A LA OFICINA. PERO ESTA SEMANA POR TERMINAR, NO LO HICE ASÍ.
DE TAL MANERA QUE AYER VIERNES TENÍA QUE LLEVAR COMIDA,… Y SE ME OLVIDÓ.
REALMENTE EL SOLUCIONARLO EN LA OFICINA Y DE MANERA DELICIOSA, PORQUE ASÍ RESULTÓ, FUE MUY LABORIOSO Y HASTA CIERTO PUNTO ESTRESANTE, POR LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE MI ALIMENTACIÓN BAJA EN CARBOHIDRATOS Y ALTA EN GRASAS SALUDABLES.
CUANDO ESTABA COMIENDO, AGRADECÍA LO DELICIOSO DE LA COMIDA INGERIDA,… PERO POR SUPUESTO QUE DENTRO DE LO POSIBLE NO ME GUSTARÍA VOLVER A TENER QUE PASAR POR LO QUE TUVE QUE HACER PARA COMER ADECUADAMENTE.
ASÍ QUE YO CREO QUE CUANDO UNO VIVE CON DIABETES, POR SUPUESTO QUE ES MÁS BENÉFICO SER PREVISORA Y AJUSTARSE EN ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS ESPECÍFICAS IMPROVISANDO.