Lo que nos dejó el DED Argentina 2018

Argentina es un país con una gran superficie y distancias más que importantes entre las distintas localidades: tenemos 5000 km de Ushuaia a la Quiaca, y en su parte más ancha, la distancia desde la costa a la Cordillera de los Andes es de unos 1200 km… si a esto le sumamos una red de comunicaciones terrestres y aéreas que se asemeja bastante a los rayos de una rueda de bicicleta, los encuentros presenciales con pares son algo esporádico y hasta inusual. ¡Esta era una oportunidad especial y había que aprovecharla!

Era una oportunidad de compartir con personas que sienten y piensan como uno y con otras que tal vez piensan distinto, pero que sienten muy parecido. Visiones dispares y la oportunidad de descubrir cosas en común además del elefante blanco de la diabetes. Muchas familias presentes y testimonios inspiradores tanto arriba del escenario como en el auditorio.

Hacía mucho calor, pero la calidez humana era lo que nos abrasaba y abrazaba…

El trabajo de la organización fue impecable, y todos sabemos que eso no es nada fácil. Nancy, Daniel y Ángel se han lucido y han hecho lucir el trabajo de todo su equipo.

Se vivió una jornada en la que todo pareció marchar sobre ruedas y lo que se escuchaba acompañando cada intervención en el escenario era silencio absoluto: comunión total con lo que estábamos presenciando y escuchando.

Entre otros, en el escenario estuvo Mara compartiendo lo que significa la difícil tarea de ser madre de 2 niñas con diabetes. También estuvo Valentina que con curiosidad, inventiva e interés sin límites ha desarrollado un producto innovador con gran potencial no solo en el área de diabetes sino también con otras aplicaciones médicas. Ulises a la distancia, mochila al hombro y su espíritu aventurero…

Profesionales de la salud (endocrinólogos, enfermeras, nutricionistas, educadores en diabetes) comprometidos con su profesión, su tarea docente y sus pacientes y que muchos quisieran tener como “su” profesional: Graciela, Pepe, Lucas, Alejandro, Daniela, Cristina, Lorena, Cintia, Loli, Jesica y tantos más…

La gran alegría de encontrarme cara a cara con Pablo y su sueño de lograr educación diabetológica de calidad para todas las personas con diabetes, independientemente del tipo que tengan y del lugar del país en el que vivan. Con Ezequiel y su empuje para desarrollar productos novedosos que nos ayuden en la tarea de gestionar nuestra diabetes y su incansable trabajo en su asociación de pacientes. Con Florencia y Lucy que comparten sus experiencias y aprendizajes desde sus blogs, los que realmente vale la pena leer y seguir.

El domingo con Pablo tuvimos el privilegio de participar en una jornada “extra curricular” en la que se trató el nada fácil tema de “Diabetes y Comunicación” presentando “los dos lados del mostrador” y cerrando un fin de semana que espero repetir el año entrante.

Una larga lista de nombres que significan mucho para muchos, y no dejo de notar que la gran mayoría de los “pacientes” presentes somos personas con diabetes tipo 1… probablemente la gran mayoría de los asistentes hayamos sido personas con diabetes tipo 1 y nuestras familias…

¿Es casualidad?

¿Existe algún tipo de fuerza de atracción que no ha sido documentada aún?

¿O tal vez refleja la existencia de un vacío en los mensajes oficiales y la oferta de actividades?

Si se lo perdieron: video del Diabetes Experience Day 2018 Argentina