Cuando la familia vive lejos se extraña. En este mundo moderno y globalizado, es muy frecuente tener familiares directos viviendo en otras ciudades y en otros países. Para los cumpleaños y en otras ocasiones hablamos vía Skype o WhatsApp, mandamos y recibimos mails, compartimos fotos en las redes sociales y vemos crecer a los chicos a la distancia. Igual se extraña. Y mucho.
Pero que la familia viva lejos puede tener algunas ventajas también. Mi hermana y su familia viven en Suiza hace ya tiempo y ese febrero viajamos para compartir unos días con ellos y, según lo programado, hacer una interconsulta por el tema del monitor continuo de glucosa (CGM) para tratar de controlar mis hipoglucemias.
Y llegó el día. Subimos al auto y nos dirigimos al Hospital Universitario de Vaud en Lausana. Tenía turno con el Dr. JR (ninguna relación con el famoso JR de la serie “Dallas”) del Servicio de Endocrinología, Diabetología y Metabolismo, que hablaba español por ser hijo de andaluces. Le entregué el “bibliorato” con estudios y planillas de mediciones correspondientes a los últimos 3 años, me hizo muchas preguntas, respondió las mías y recomendó el CGM Dexcom G4, uno de los más modernos en ese momento.
Realizar la compra era muy sencillo: el pedido se hacía por Internet y la orden médica se enviaba escaneada (y luego por correo). Pero… Y siempre hay un pero… ¡ese modelo todavía no estaba disponible en Suiza! Y la reglamentación vigente no permite a los distribuidores enviar el CGM por correo de un país a otro…
Contactamos a amigos y conocidos en los países de Europa donde estaba disponible y, como no podía ser de otro modo, aún en el primer mundo, después de algunas vueltas burocráticas más la compra fue finalmente despachada por correo (del distribuidor en España a San Sebastián y de ahí a Suiza)… Me tenía que poner a estudiar…