Harinas

Junto con el diagnóstico el médico suele dar las recomendaciones generales sobre la importancia de modificar la “dieta”, y esa lista que parece interminable de alimentos que deberíamos evitar incluye las “harinas”. Y a esa recomendación general le sigue: mejor consumir harina integral.

En medio de la oleada de emociones que nos invade y nos nubla el pensamiento, frecuentemente se piensa en la harina común (de trigo) como la única que existe y que hay que limitar o eliminar, y para muchos se convierte en sinónimo de “veneno” (igual que “azúcar”).

Frecuentemente esta recomendación general se simplifica en “nada de harinas blancas, sólo harina integral”. Y a veces se sigue comiendo la misma cantidad de pan, pizza y tarta, entre otras cosas, sólo que ahora se preparan con harina integral…

Pero como…

Harina = polvo que resulta de la molienda del trigo y otras semillas; polvo procedente de algunos tubérculos y legumbres…

Entonces se buscan otras harinas alternativas sin profundizar demasiado: harina de arroz, harina de centeno, harina de almendras, harina de avena, harina de maíz, fécula de maíz (maicena), harina de cebada, harina de garbanzos… cualquier cosa que sea “harina” pero que no sea la blanca de trigo común… sin darnos cuenta que podemos estar sustituyendo la harina común por un producto con igual o mayor cantidad de carbohidratos (y no necesariamente con un menor índice glucémico).

Como la mayoría de las harinas alternativas se compran “al peso” en dietéticas y tiendas naturistas, la información nutricional no está en el paquete y debe buscarse por otro lado. ¡Y muchas veces no se hace! Pero esta información se encuentra bastante fácil en internet, simplemente hay que tomarse el trabajo de buscarla

Algunos ejemplos de carbohidratos cada 100 gramos:

Pero más “peligroso” aún puede ser consumir productos para celíacos que si bien no tienen gluten muchas veces tienen mayor cantidad de carbohidratos que los productos normales, y por lo tanto hacen subir la glucemia más aún. La celiaquía y la diabetes son dos enfermedades distintas y lo que es bueno para una puede no serlo para la otra.

Una consulta con la nutricionista puede aclarar muchas de estas dudas, pero es importante que esa profesional tenga formación específica en diabetes.

11 comentarios en “Harinas”

  1. TENGO 12 Y MEDIO AÑOS CON DIAGNOSTICO DE TIPO 2 Y 4.3 CON HIPOTIROIDISMO
    EN LO PARTICULAR EN MIS PRIMEROS 10 AÑOS UTILICE EN UN 99% DE LAS VECES LA HARINA DE AVENA Y CASI NUNCA LA DE TRIGO INTEGRAL O MAIZ.
    Y EN LOS ÚLTIMOS 2.6 AÑOS EN UN 90% DE LAS VECES UTILIZO LA HARINA DE LINAZA Y LO DEMÁS DE AVENA, ALMENDRAS Y COCO, PERO SOLO MUY, MUY OCASIONALMENTE.
    Y CREO QUE LAS HARINAS DE AVENA, LINAZA Y COCO, NECESITARÍAN INTEGRARSE A ESTE CUADRO PARA ILUSTRAR DE MANERA MAS COMPLETA LAS OPCIONES QUE TENEMOS EN MÉXICO.
    MUCHAS GRACIAS

    1. Con diabetes, no podemos hablar de harinas «aptas» o «no aptas» ya que ninguna nos va a producir una reacción alérgica o algo parecido que nos ponga en riesgo inmediato. Solemos hablar de alimentos o cantidades adecuadas… Las harinas con muchos carbohidratos cada 100g (por poner un peso) como la de trigo o la de maíz van a elevar más la glucemia que las que tienen menos carbohidratos como la de almendras o de algarroba, además de tener en cuenta el índice glucémico que puede hacer que la glucemia suba más o menos rápido. Como regla general, nos recomiendan limitar la cantidad de harinas (en general) que consumimos y en lo posible preferir las integrales y de bajo índice glucémico.

      1. Hola muy interesante esta información. En mi caso fui diagnosticada con prediabetes, estoy reemplazando la harina de trigo por harina de almendra o harina de coco sin cuidar las cantidades. Por lo que entiendo en su artículo pese a que son harinas saludables es mejor consumirlas con moderación ya que siguen siendo carbohidratos?

        1. Hola! Tanto la harina de almendras como la de coco tienen pocos carbohidratos, pero como con todo, una porción razonable no tendría un efecto significativo sobre la glucemia, pero una cantidad desmedida puede significar una cantidad de carbohidratos superior a la que podemos “cubrir” (con insulina propia o inyectada)

  2. Hola, hola.
    Quería hacer un pan de chapata con harina de espelta para mí amiga. Es diabética tipo 2.
    Esta receta lleva harina de espelta blanca, ¿esta es adecuada o tendría que utilizar su versión integral?
    Me encanta ver qué hay gente que lleva la enfermedad como una compañía y no como un enemigo.…¡La vida es maravillosa, solo disfrútala,.
    Muchos besos.

    1. Hola!
      La principal diferencia entre la versión blanca y la integral es la cantidad de fibra y esto hace que las preparaciones con harina integral se absorban un poco más lentamente y no imparten tan rápido sobre la glucemia.
      En lo que hace al sabor, combinar harina integral con harina blanca resulta en una preparación más suave.
      Pero lo más importante, sea la receta que sea, es comer cantidades prudentes según lo que nos haya indicado la nutricionista o el médico.
      Besos!

  3. Hola! hace unos años me dijeron que para la prediabetes era mejor comer harinas con alto contenido en gluten , pero ahora, no encuentro información en internet que respalde esto.
    Es asi ?

    1. Hola! La harina con alto contenido de gluten (harina glutinada o aglutinada) tiene mayor contenido de proteina (gluten) y menos carbohidratos. Lamentablemente no son aptas para cualquier tipo de preparación y no todos las toleran bien, pero vale la pena hacer la prueba. Esto no significa que automáticamente se puede comer cualquier cantidad y, como con todos los alimentos, lo ideal es encontrar el equilibrio entre lo que nos gusta y lo que es más amigable con nuestra glucosa 😉

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