Cuántas veces nos ofrecen consejos que no pedimos o nos hacen comentarios o preguntas del tipo de “¿Podés comer eso?”
Sería mucho más fácil si las personas que nos rodean (familia, amigos y compañeros de trabajo) tuvieran en cuenta la Etiqueta de Diabetes:
- No me ofrezcas consejos que no he solicitado sobre lo que como o sobre otros aspectos de la diabetes.
Puede que lo hagas de buena voluntad, pero no es muy amable dar consejos a otra persona sobre sus hábitos personales, especialmente cuando esa persona no los ha solicitado. Además, muchas de las creencias populares acerca de la diabetes (por ejemplo, “hay que dejar de comer azúcar”) son obsoletas o simplemente erróneas.
- Entiende y aprecia que la diabetes es un trabajo difícil.
El manejo de la diabetes es un trabajo de tiempo completo que no solicité, no quería y al que no puedo renunciar. En este trabajo tengo que pensar qué, cuándo y cómo debo comer, y al mismo tiempo tener en cuenta el ejercicio físico, medicamentos, estrés, monitoreo de glucemia (azúcar) y muchas otras cosas, ¡todos los días!
- No me cuentes historias de terror sobre tu abuela, tu tío u otras personas con diabetes.
¡La diabetes da miedo y escuchar historias como éstas no me ayuda! Además, ahora se sabe que con un buen manejo de la diabetes se puede vivir una vida larga, saludable y feliz.
- Ofrece acompañarme para poder lograr cambios saludables en mi vida.
Compartir conmigo los esfuerzos por hacer cambios, como empezar un programa de ejercicios juntos, es una de las formas más poderosas en las que puedes ayudarme.
- No te asustes o pongas cara de asco cuando me mido la glucemia o me inyecto.
Tampoco es divertido ni agradable para mí, pero son algunas de las cosas que tengo que hacer para manejar bien mi diabetes. Si tengo que esconderme para hacerlo, es más difícil para mí.
- Pregúntame cómo puedes ayudarme.
Si deseas apoyarme, hay muchas cosas que tal vez podrías hacer. Sin embargo, lo que realmente necesito puede ser distinto a lo que tú crees que necesito. Así es que, por favor, pregunta primero.
- No asegures cosas sin pensar.
Cuando te enteres que tengo diabetes, quizás quieras tranquilizarme diciendo cosas como: “¡podría ser peor, podrías tener cáncer!” Esto no hará que me sienta mejor y el mensaje parece indicar que la diabetes no es gran cosa. Pero la diabetes (al igual que el cáncer) SI es gran cosa.
- Apoya mis esfuerzos por cuidarme.
Por favor, respeta mi decisión cuando elijo no comer algo en particular, aun cuando realmente quieras que lo pruebe. Me ayudas más cuando no eres una fuente de tentaciones innecesarias.
- No espíes o comentes acerca de mis niveles de glucosa sin preguntarme primero.
Estos números son privados a menos que yo decida compartirlos. Es normal tener a veces números muy altos y a veces números muy bajos. Tus comentarios sobre estos números pueden sumar más decepción, frustración y enojo al que ya siento.
- Ofrece tu amor y aliento.
Mientras trabajo duro para manejar mi diabetes exitosamente, a veces el solo saber que te importa, puede ser de gran ayuda y motivación.
Traducido y adaptado de: Diabetes Behavioral Institute
Es tan verdadero todo lo que decís.
Se lo tendría que reenviar a quienes me rodean. Pero seguramente como no saben entender todavía se ofenderian.
Saludos Alicia