Cada momento es único. No hay dos veces en que absolutamente todas las variables sean exactamente iguales. No hay reglas absolutas y todo lo que tenemos son lineamientos generales. Decenas de decisiones que solemos tomar sin interrumpir lo cotidiano ni interferir con las actividades ordinarias iguales a las de todos los demás.
Las decisiones a veces son correctas y tenemos resultados geniales, otras veces pegamos en el poste y logramos “navegarla” medianamente airosos, y otras tantas se nos pasa por alto considerar alguna variable o no le damos suficiente importancia y la glucemia se dispara a las nubes o se desploma en caída libre.
Hacemos lo posible. Siempre. Y tenemos que aprender a manejar la frustración que suele acompañar los días que no son tan buenos y hacer los ajustes necesarios cuando la glucemia no acompaña nuestros planes…
El plan era salir a caminar a la mañana y ese 77 tan ansiado en otras circunstancias podía jugarme en contra. ¿La solución? Desayuno normal y antes de salir, que coincidía con la elevación en glucemia post desayuno, una banana aplicando 0 unidades de insulina… a los 30 minutos la glucemia se mantenía estable, sin haber subido como podría haberlo hecho si en lugar de salir a caminar me hubiera sentado a trabajar frente a la pantalla, y al terminar seguía en rango con un glorioso y redondo “100”.
No siempre resulta, pero este fin de semana funcionó a la perfección.
FELICIDADES POR TU ACTUAR, BASADO EN OBSERVACIÓN Y CONOCIMIENTO.
Y ASÍ ES QUERIDA ANA, LA VIDA A CADA MOMENTO ES DIFERENTE AUNQUE MUCHAS VECES NOS PAREZCA MUY SIMILIAR.
PERO SI ALGO HE APRENDIDO CON DIABETES, ES QUE NECESITO ESTAR ALERTA CONTINUAMENTE, SIN CAER EN ESTRÉS Y ESO ANA, ES UN RETO.