Por fin, después de tantos años, toda esta información empieza a tener sentido y a encajar en algunos casilleros que hasta ahora estaban (muy) desordenados.
Todos esos archivos que fui coleccionando en la computadora y todas esas impresiones que traté de clasificar en distintas carpetas empiezan a mostrar cosas que empiezo a entender.
¡Claro que existe una relación directa entre ingesta de carbohidratos y unidades de insulina a inyectarse! Y obviamente no es un valor absoluto, igual para todos e inamovible. Pero ahora deja de ser algo abstracto, intangible e indeterminado y se convierte en algo concreto, preciso y simple.
El Dr. AP* lo explica de manera tan clara y sencilla que me cuesta creer que por fin encontré a alguien que habla el mismo idioma. Y que escucha lo que tengo que decir, que aclara mis dudas y corrige mis errores. Alguien que me hace sentir parte del equipo y no simplemente un ente del otro lado del escritorio que rinde examen y es evaluado en función de los resultados de sus análisis o los números que emanan del glucómetro.
Empezamos a llevar un diario donde anoto absolutamente todo lo que como y las unidades de insulina que me inyecto en base a la cantidad de carbohidratos que ingiero. Es bastante trabajo, especialmente si no como en casa, y tengo que hacer bien los cálculos y observar los resultados. Pero vale la pena.
¡Y por supuesto que me equivoco! Y la sensación de estar rindiendo un examen es muy real, pero ahora todo tiene sentido y un objetivo claro. Los resultados que obtenga van a servir para ajustar mi tratamiento.
Yo soy parte de este proceso. Tengo voz y voto. Dejo de sentir que estoy en el casino jugando a la ruleta y esperando que la bola caiga en el número al que aposté. Empiezo a jugar al ajedrez: puedo elegir qué piezas mover y dónde.
Recupero mis viejos archivos de la computadora y empiezo a armar mi propia base de datos con las comidas más comunes y frecuentes. Desempolvo los listados que recopilé a lo largo de estos años y siento que vuelvo a tomar las riendas del manejo de mi diabetes.
Me falta mucho camino por recorrer, pero ahora la sucesión de sumas y divisiones tiene sentido. Miro mis curvas de glucemia y las excursiones parecen no ser tan severas. Cuando lo son, seguramente es porque me equivoqué en algún cálculo. Chequeo las anotaciones en el diario y veo que efectivamente, en lugar de 10 tendría que haber sumado 20…
* No, no es una App, ¡es un Admirable Profesional!