Y en Argentina automáticamente pensamos en el DNI, o en la cédula o carnet en otros países.
Ese pedazo de papel o tarjeta con nuestra foto, nombre, fecha y lugar de nacimiento… pero hay un dato que no figura y que en una emergencia puede marcar la diferencia entre la vida la muerte: tenemos diabetes.
Las personas que tienen una alergia a algún medicamento como la penicilina suelen llevar una identificación ya que en caso de accidente la penicilina que se le pueda aplicar para salvarle la vida tendría el efecto contrario.
Lo mismo sucede con las personas que están anticoaguladas para alertar a los médicos en caso de necesitar atención de emergencia.
Llevar una identificación visible también es importante para nosotros ya que en caso de hipoglucemia severa lo más probable es que las personas que nos vean piensen que estamos borrachos por la similitud de los síntomas que se observan: desorientación, dificultad para movernos, incoherencia y hasta pérdida de conocimiento.
Estos síntomas son tan parecidos que los primeros glucómetros portátiles se desarrollaron para permitir realizar un diagnóstico rápido en la sala de emergencias de los hospitales y diferenciar a las personas “pasadas de tragos” de las que estaban sufriendo un episodio de hipoglucemia que requería actuar rápidamente para evitar males mayores.
Llevar una tarjeta en la billetera puede ser útil, pero no siempre es lo primero que se revisa, y eso si tenemos la suerte de que no desaparezca junto con el resto de nuestros efectos personales en el medio de la confusión…
La forma de identificación más económica suele ser la pulsera de goma con la palabra “Diabetes” y aunque el color que nos identifica es el azul, muchas veces se elige otro color más llamativo y visible a simple vista.
Pero a muchos no nos gusta la idea de llevar una pulsera de goma que puede no ser un accesorio “adecuado” en situaciones sociales o laborales. En algunos países se venden otros tipos de identificación en forma de pulseras o colgantes, y su uso dependerá de nuestras preferencias personales y estilo de vida.
Y si no nos gusta nada de lo que se vende en los negocios o por internet, simplemente podemos ir a una joyería y personalizar una pulsera o un dije para colgar en una cadena. El acero quirúrgico es un material económico, hipoalergénico y duradero, y más importante aún: ¡podemos elegir la pieza que mejor se adapte a nuestra personalidad!